Alguna vez te has preguntado ¿por qué los seres humanos amamos celebrar con amigos o familia grandes y pequeños momentos de nuestras vidas?
La respuesta corta sería porque tenemos un cerebro social y somos una especie sociable, pero detrás de una celebración hay mucho más en juego que el simple hecho de pasar un momento agradable. El acto de celebrar influye positivamente en nuestra salud física y emocional.
La Celebración, una herramienta para cambiar el chip
Una celebración no es necesariamente una fiesta. Celebramos cuando tenemos una pequeña o mediana reunión familiar, una salida con los compañeros de trabajo e inclusive con tu pareja o mejor amigo. El salir a tomar un café es ya una celebración de amistad.
Aquí comparto 5 razones para celebrar el día a día:
1. Generar un sentimiento de gratitud
En una publicación de Berkeley “The Science of Gratitude” – La Ciencia de la Gratitud (Mayo, 2018) se resumen varios estudios sobre los beneficios de la gratitud, agrupadas en dos categorías:
a) beneficios personales: Una mejor salud fisiológica con mejores hábitos de vida, mejor salud psicológica, una creciente felicidad, mayores satisfacciones, un materialismo disminuido, menor agotamiento físico y un mejor estado anímico. La gratitud, según los estudios, contribuye a elevar otras virtudes como la paciencia, la humildad y la sabiduría y al interés por el aprendizaje.
b) Beneficios sociales: Estudios revelan que el sentimiento de gratitud inspira a la gente a ser más generosa, amable y proactiva; fortalece las relaciones, el respeto y mejoran el clima laboral.
Como cabezas del hogar o de un equipo de trabajo, la gratitud refleja nuestro aprecio y reconocimiento hacia los demás sembrando una actitud colaborativa.
2. El celebrar pequeños logros nos motiva a cumplir grandes objetivos
“La sensación de una victoria, por más pequeña que sea, puede hacer una diferencia en cómo nos sentimos y desempeñamos” de acuerdo al estudio “The Progress Principle” de Harvard Business School (Amabile Teresa, 2011).
Cuando sentimos un progreso en nuestras actividades, es más probable que seamos más creativos y productivos. El resaltar esas pequeñas victorias, celebrándolas de una u otra manera, eleva nuestra confianza, la misma que nos ayudará a cumplir objetivos más significativos, nuestro propósito y proyecto de vida.
3. Neuro–activación: Un coctel positivo de químicos
Según la neurocientífica Judith Glaser de Psychology Today, las conversaciones dadas en celebraciones suelen elevar el nivel de químicos “felices” como la oxitocina y la endorfina, los mismos que nos permiten sentir una sensación de seguridad, confianza y comodidad.
El celebrar también genera serotonina, el mismo que nos motiva a ser más proactivos e innovadores.
Por último, otro neurotransmisor liberado es la dopamina, responsable de elevar nuestra concentración.
Así que muchas veces, si tienes una amiga con algún tipo de crisis existencial, una taza de café, y una conversación amena, o una pequeña reunión de amigos, pueden ser la mejor terapia.
4. La sonrisa es contagiosa y poderosa.
Las mismas que abundan reuniones, ya sean íntimas, pequeñas y grandes.
De acuerdo a varios estudios, entre los principales beneficios de sonreír tenemos:
- El sonreír alivia el stress
- Mejora nuestro estado de ánimo
- Eleva nuestro sistema inmunológico
- Nos hace ver más jóvenes
- Nos ayuda a mantenernos positivos
5. Recordar la importancia de los demás en nuestras vidas
Esta es una filosofía imperativa en estrategias de Servicio al Cliente en las empresas para con sus clientes. Como personas, somos parte de mini o macro comunidades y de acuerdo a teorías de causalidad, a fin de cuentas, recibimos lo que damos.
En conclusión, ¡Vamos a celebrar la vida! ¿Qué esperas para reunirte con tus seres queridos?